Te lo prometí hace cien años. Dije algo así como que me iría, que no sabrías ni como fue ni que pasó. Me mudé y estuve bien y estuve mal y volví a estar bien. Y le conocí y fui insultantemente feliz y él también estaba desequilibrado y funcionaba, te juro que funcionaba. Pero luego se convirtió en tirano, en un cabronazo enfermizo, y le dije: “puedes morirte, vamos, muérete”. Y murió y no quedaron ni pedacitos de lo que yo pude sentir. Pero yo tenía la poesía y me lo tatué en el puto cuerpo: “no vas a derrumbarte”. Y entonces me derrumbé porque los problemas vinieron de fuera y mi hermano no entendía que nuestra casa se iba a la mierda y alguien nos dejó y yo tuve que resistir por dos. Una vez te quise mucho, una vez todo funcionaba.
4 comentarios:
Me gusta leer algo que no sea amor, porque incluso hoy existe la tristeza. Besos.
a mi siempre me dejas con una sensación extraña, como de querer algo que no consigo entender.
el de hoy es...
puf
¿nos dejas quedarnos aquí para siempre?
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