27.3.12

Que no me quieran, encontrar maneras distintas de vivir con ello. Llorarle a todo el amor desperdiciado de mi vida consciente de que por muy raras que se pongas las cosas tengo que sobrevivirle al fin de semana, encerrarme en el cuarto de baño y sobrevivirle al fin de semana. Conocerme desprovista de pretensiones en un estado de ánimo lastimoso y enfadarme hasta las rodillas porque no me guste tanto vivir como a los demás. Mi corazón no está en el lugar adecuado. Ya está, ya lo he dicho. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Deja de escribir sobre los pensamientos pesimistas de una quinceañera suicida, madura y vuelve a escribir. El mundo esta lleno de ideas infantiles y eres capaz de mucho mas por el brillo dorado que se te escapa entre lineas.