Lo mejor de mí se derrumba ahora que
el miedo es incontenible, ahora que desconozco las contradicciones de todas las
personas que soy. El mundo se queda vacío porque después de vomitar un par de
veces reconozco que me duelen de forma casi interminable las transformaciones.
Sentir una boca sobre mis hombros antes de vestirme, antes de volver a existir.
Una boca entre mis piernas antes de volver a ser un humano estúpido obsesionado
con los desgarramientos, con las tormentas. Un mortal neurótico e inseguro
compuesto de partes o lados de una unidad superior que no termino de abarcar.
Me gusta que me busques o buscarte yo, conservar, a pesar de todo, una relación
entre ambos.
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