3.3.11

Les encantaría rajarme el cuello y es que estoy casi segura de que acabarán por hacerlo. Y aunque ellos vengan a por mí y estén dispuestos a matarme 15 veces si hace falta, tú no vas a poder hacer nada porque en tu cabeza ellos no existen, porque sólo pueden reventarte aquí. Y te diré que la gente se rompe, que me noto el puto hígado desde cada puta parte del cuerpo. Y que me parece raro vivir. De hecho, pocos de vosotros podéis soportar la vida tal y como es. Y acantilados y colas en el supermercado y pon gasolina al coche y ve al puto dentista ya coño y antidepresivos y lavados de estómago y llueve y hace frío y tú no estás. Y te metes y bebes y te tatúas a tu puta madre en el antebrazo para no desentonar en la discoteca a la que vas. Aunque ya no os llevéis bien, aunque ya nunca pases por casa.

2 comentarios:

Ardid dijo...

Algo radical y caótico, pero el sentido se encuentra. Me ha gustado.

Anónimo dijo...

qué real eso de no desentonar