24.12.10

Antes, antes tenía costumbres raras. A veces, no sé, simplemente hacía cosas estúpidamente divertidas. Y estúpidamente peligrosas también. Llegaba a ser insultante lo bien que me sentaba eso de salir perjudicado. Recuerdo que una de las muchas chicas con las que por aquel entonces salía lo llamaba mi pequeña tendencia suicida. A mí casi que me hacía gracia porque no creo que yo intentara matarme ni nada por el estilo. Era sólo un impulso racional. ¡Qué sé yo! Igual iba en un coche en marcha y me daba por abrir la puerta en medio de la autopista (a ver qué pasaba). Y mira, ¿ves la cicatriz del brazo? Pasaba. O me encabronaba con cualquiera que pudiese darme un buen puñetazo. Cosas de esas. Eso si, casi me voy al otro barrio un par de veces de la manera más tonta. Hubiese sido de lo más triste leer en la esquela: "al pobre lo atropelló el camión de la basura", después de todo. A mí me pasa una cosa y es que soy un poco habitante de mi propio planeta y necesito de la adrenalina para tirar para adelante. Llevado a sus últimas consecuencias significa que estoy un poco desequilibrado. Pero es que es domingo por la tarde y no me sale de los cojones aburrirme. Voy a salir a la calle, a ver que hago.

4 comentarios:

comme la vie est dijo...

jajajaja me he reido al leerlo, muy bueno! creo que hoy nos veremos sara! mua.

willy dijo...

guachi, relatos de un autolesionado.
:D

Chica del espejo dijo...

Nunca hay que perder la locura. Y sí te piden cuentas... alega locura transitoria :)

Anónimo dijo...

jajajajaja

ya me he cansado.
Te puse el comentario concretamente en ese dibujo pensando que ibas a adivinarlo.... pero como veo que no...

S.R [EN MI CIUDAD EL CAMPUS UNIVERSITARIO NO SE LLAMA CULO]


lo siento S.Palma!!

(B.K)