29.10.11

Amo tus rituales de neurótico pero todo me parece una mierda ahora que eres la antítesis del romanticismo. Estoy pensando en ir al psicólogo pero la representación publica de algunos sentimientos me hace sentir imbécil. Es una patología de la que es difícil desprenderse pero sería positivo dejar de obsesionarme con todo. La connotación sexual del contacto físico, el dolor de cabeza ya no es eso que les pasa a los demás. Esto no es más que una prueba concluyente de que mi cerebro se inutiliza después de las dos. Pero yo a mi cerebro lo quiero mucho, esté como esté.

1 comentario:

Soytanidiotaquesoypoeta dijo...

Yo también quiero mucho a tu cerebro