No tengo problemas de identidad, tengo problemas de conducta. Me acuesto con quien quiero y, si me da la gana, lo cuento. Soy un imán de situaciones surrealistas. A mí me dicen A y entiendo B. No me puedo pasar el resto de la vida a oscuras. Hoy he roto con éste y es una gran putada porque el tío seguía follando estupendamente. Le he dicho que estoy en contra del amor, que en él no encuentro más que motivos para el suicidio. Se ha enfadado. Y luego, hecho el estropicio, cada uno por su lado. En realidad quería decirle que he soñado que un ejército de alienígenas le descuartizaba. Lo siento, no lo puedo remediar, funciono así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario