2.5.11

Yo no tenía que escribir poesía ni ninguna mierda parecida para decir que estaba acojonada pero tenía que estar acojonada: tú no eres bueno. Me giraste el corazón sólo un ratito. Luego estuve bien. Luego hablamos y estuve mejor. Luego no quise besarte todo el rato. Y no lo hice, claro. Supongo que empezaste a gustarme de alguna maldita forma diferente, que empezamos a funcionar, a saber decir “es muy fácil enamorarse de ti” y a no hacerlo. Nos hicimos amigos un poco y entramos en una dinámica que no era enfermiza y que no me incomodaba ni me hacía daño. Estábamos ahí. Estábamos bien.

2 comentarios:

Miqui Brightside dijo...

Lo leí ayer y me pareció genial
marcho este verano un mes yo solo de viaje!

Anónimo dijo...

bien, por fin :)