14.3.11

La semana pasada un tío me dijo: “tú eres de puta madre, ¿no?” y yo pensé: “esto no es ser de puta madre”. Y luego dijo esto de que ser raro está bien pero creo que ya teníamos conceptos diferentes de la palabra raro. Yo no tengo la cabeza muy bien porque duele una barbaridad y eso no es exactamente divertido. No se me da muy bien relacionarme y la gente, por lo general, me molesta. Él dijo: “no dejes de hablar tan complicado, de serlo” y yo no supe como coño decir: “quiero conocerte pero aún no he decidido cómo”. La mayoría del tiempo pienso que debo tener el cerebro en el puto pie. Pero yo a mi cerebro lo quiero mucho, esté donde esté.