7.11.10

Tú tiraste de mi cuando todo saltó por los aires, me sacaste de toda aquella mierda que me cubría hasta las rodillas. Me llamabas, por que si, para decir que leíste no sé que en no sé que sitio. Me encantaste. Pero al final no me hice a ti, me hice a mí. Y no cambié, volví. Supongo que esto es lo que pasa cuando no le pones al otro correa. Te lo agradezco. 

No hay comentarios: