14.9.10

Estuvimos juntos una noche, no nos dio tiempo a más. Fue despedirnos y metérsenos 7198 kilómetros por medio. No escribí de él. Habitación de hotel, mojitos, ombligo y pelo mojado. Se nos pasó apuntar en la lista-de-cosas-por-hacer lo del sexo porque no pudimos dejar de hablar. Sé que suena ridículo pero también sé que lo nuestro fue raro, que ninguno de los dos tenía nada normal por dentro. Podría haber funcionado, podría no haber funcionado. Creo que nosotros pensamos: “así es como debería ser siempre” y así es precisamente como nunca salen las cosas. Yo me marché por la mañana y no supe pulsar el botón de pause al despedirme. O eso o no me atreví, lo mismo da. Todo se complicó, nosotros nos complicamos. Mi apatía y su insistencia empezaron a salir de copas para acabar embroncadas luego. Era una mierda porque él quería un anillo en mi mano. Yo una vida que diese un poco más de miedo. Lógicamente él ya no está. Si, yo también he visto esta mañana su fotografía en el periódico sonriendo. ¡Y joder, que guapo que está! Puede que solo sea una manera nueva y un poco más espectacular de equivocarme. Puede que solo sea lo de siempre. ¡Que más da!

5 comentarios:

Macarena Baquero Masáts dijo...

Bravo!

comme la vie est dijo...

que has visto su foto en el periodico?? jajajaja Muy bueno.

Miqui Brightside dijo...

el principio me mata

Ardid dijo...

Muy bueno. ;)

Espérame en Siberia dijo...

El error que cometemos en las cuestiones amorosas es querer tener un plan para el corazón. Y ya se sabe: it moves in misterious ways :)

Enhorabuena por tu Blog. Es muy agradable visitarlo. Transpira originalidad.

Mucho éxito.