29.6.10

No sabes cuanto desearía que esto fuese innecesario, no haberte encontrado nunca. No voy a negarlo, claro, conocerte fue un hallazgo pero verás, es que la consecuencia directa de este cruce de vidas ha sido la venta al público de todos mis males, el ofrecimiento en bandeja del corazón. Suena cursi y extraño esto de asegurarte que también querré besarte mañana. Hasta ahora nunca me había pasado. Me enerva la mueca de tu boca, tu pelo enrredado, tu ceño fruncido y hasta tu sonrisa por las mañanas. Así que como no pude alejarte he decidido pedirte, amor mío, si quieres estar soltera conmigo el resto de mi vida. ¿Qué te parece? Porque yo no puedo ofrecerte otra cosa. Mira escúchame, vamos a hacerlo con profesionalidad para no atarnos las manos, de otra forma actuaríamos con imprudencia y seguiríamos los pasos prefijados. Quiero que juguemos entre caos, vicio y atrevimiento, mezclando drogas y alcohol en cada encuentro. Me dueles un poco pero creo que estoy preparado, debo estarlo porque me han contado ya con todo detalle lo que va a ocurrir ahora. La cuestión es evitar darme un susto al ver que inventas nombres cariñosos para despertarme y en tu facebook hay una foto nuestra en la que salimos besándonos. No estoy hecho para ser de nadie, para tener dueño, pero quiero que el resto de manos acaben por devolverte a las mías. No tener que echarte mucho tiempo de menos, solo esporádicamente. Porque esto, señorita, es lo que hace de nuestras vidas un lugar habitable. Disto mucho de conformarme con amores de película y aunque siento que tú contienes la verdad de todas las cosas, te pido que aceptes las condiciones y firmemos, si hace falta, un contrato que dicte...
las normas del juego.

No hay comentarios: