He guardado cada cosa que llegaba a recordarme a ti, llevándome a pensar (imaginar) que nunca estuviste en realidad, que sí fue mi cabeza quien te creó. A mi imagen y semejanza además, a mala leche. Todo esta recogido (como pretendo que llegue a estar algún día mi amor por ti) en cajas y al final del armario. Aún así reconozco no haber sido capaz de esconder tú última fotografía, que esa la he mantenido para mi, a pesar de que me la se de memoria y de que podría verla cada vez que cierro los ojos. He querido (o no he podido evitar) mantenerla cerca, igual que me permaneces tú, muy a mi pesar, en el corazón. Así que ahí estas y aunque no te pueda ver se que me basta con quitar los dibujos con los que te he tapado para encontrarme de nuevo con esa boca perfecta. ¿No lo entiendes? Sigues aquí y aunque otros te "cubran" yo siempre se donde realmente estas. Quiero quitarme de la cabeza esa sensación de que si nací fue para encontrarte pero sin querer me descubro mirando de nuevo al único lugar donde aún estas tú.
Te aseguro que cuando miro en esa dirección mis ojos aún te dicen: ¿Qué hago yo sin ti?
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