11.4.11


Me follé a la mediocridad y al hombre perfecto. Y ambos llamaron en cosa de una semana. Me maltraté y me maltrataron pero sobre todo me maltraté. Y seguí haciéndolo. Y desconecté el móvil y borre el número de todos los tíos a los que conocía porque es mejor no tener novios en general. Mira, no quiero ser la mujer de tu vida, sólo el polvo de tu vida. Y tú no follabas para nadie y sólo creías en unas cuantas cosas fundamentales. Y dijiste: “soy capaz de hacer cosas terribles”. Entonces yo dije: “por favor, ven”.

1 comentario:

Cristina dijo...

Esta entrada es alucinante Sara...