Me diagnosticaron ansiedad patológica y no me lo tomé nada bien. Volví a fumar y Hiroshima dijo que está mejor pero que es difícil sobrevivirle a una masacre. Yo digo: “sólo me enamoro de lo que me destruye”. Realmente eres una puta infección de sangre, por eso me caes tan mal. El problema nuestro estaba en tu cabeza y yo no sé como coño se arregla una cabeza, lo siento. Ya no eres lo que yo sé que eres y es una putada. Ahora me pasa que cuando conozco a alguien lo primero que se me ocurre es preguntar: “¿y tú cuanto tiempo acostumbras a pasar sólo?”. Eso es tu culpa. Deja de andar siempre fingiendo que se te sale el zapato, Cenicienta, no lo aguanto más.
1 comentario:
guau, escribes fenomenal!
Publicar un comentario