13.5.10

Me gustaría saber escribirte algo diferente, o dejar de hacerlo, o haberte enviado algo más que un mensaje tonto, en el que se leía entre líneas un “te necesito”. Decir más verdades, menos palabras. Contarte que me meto (a menudo) cuatro millones de rayas, para no pensar en ti hasta que llego a casa. Y ya no consigo dormir. Que quiero un transplante de corazón, pero me aburre esta lista de espera. Creo, por otra parte, que no volveré a saber de ti en mucho tiempo. Que a malas malas, no volveré a saber de ti. Cuando te fuiste anunciaron en el telediario malos tiempos pero sabes, no han sido tan malos. Pero te pienso a veces. Es verdad que el mundo se ha hecho más difícil, que me he sentido desprotegida y, a veces, un poco sola. Hubiese querido escribir, a lo bestia, que te quiero aunque no lo sepas. Pero prefiero callarme y seguir sintiéndome así de bien. Sara, piénsalo, sería mucho peor un no por respuesta. Igual estés tú también pensando en mí y sin saber muy bien por qué. No, no creo. Sería raro.

No hay comentarios: